La Fridona

¿Adivinen qué? Se acabaron mis vacaciones y con ello mi privilegio de levantarme tarde, en serio que a veces pienso que pertenezco a otro huso horario porque en las madrugadas para mi es de día. Pero ni modo, gajes del oficio, hay que trabajar como negra para vivir como rubia.

Me gustaría contarles cómo estuvo mi primer día, porque la verdad no tengo amigos y mis papás no me preguntan,  pero sé que les aburrirá que les cuente que estuve ordenando mi  salón de clases perreando intensamente, no fue mi culpa, fue culpa de que no había internet para poner mi lista de reproducción de YouTube y tuve que poner puras rolas de reggeaton de antaño “y aprovecho y pam pam pam, la azoto y pam pam pam” contra los libreros. Fue horrible.

Cambiando de tema porque me pongo muy platicadora cuando no duermo, les traigo un look que ni al caso con el lunes, pero creo que caeré dormida en cualquier momento así que tiene que ser un post rápido, un crop top bautizado como La Fridona, no sé si ese es el nombre, pero así lo llamó su creadora. Una prenda orgullosamente de mi ranchito cuadrado elaborada por las manos santas de Ramona.

frida

Me gusta apoyar al talento local y creo que el objetivo de cualquier diseñador es que usen tus prendas, por eso me impacta que algunos no quieran vender lo que elaboran. Me ha pasado dos veces y aún no lo comprendo. No sé si porque son selectivos con los clientes, muy artísticos o se enamoran de sus prendas, o sea WTF? Lo que sí les puedo decir es que “al cumplir los dieciséis años antes de que el sol se ponga se pincharán el dedo con el uso de la máquina de coser y ¡morirán!”… jajaja, sorry, no dormí bien. Pero es en serio, si quieren diseñar, aprendan a vender, porque si no, no entiendo el punto.

Después de mi verb vomit y siguiendo con el outfit, lo complementé con unos jeans de tiro alto, son los más altos que pude encontrar y ni así se parecen a los que usaba mi maestra de inglés en la secundaria estancada en los noventas, a veces me dan ganas de buscarla y decirle que me venda sus pantalones. Wedges color block porque todavía me daba el lujo de andar mirando para abajo,  accesorios plata y listo.

¿Qué tal? Omitan mi cara  a lo Eiza González, mis cachetes que siempre están llenos de vida, esta vez no quisieron salir.

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xoxo,

A

P.D. Les dije que cuando no dormía escribía mucho.

2 comentarios en “La Fridona

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